En medio de tiempos polarizados, una cosa parece unificar a los estadounidenses: una percepción de que el presidente Joe Biden podría no estar en su mejor momento físico para un segundo mandato, dada su edad. Sorprendentemente, Donald Trump, no muy lejano en años a Biden, no levanta tantas cejas por este motivo. Sin embargo, enfrenta críticas por cuestiones de integridad y transparencia.
Un reciente sondeo de The Associated Press y el Centro NORC para la Investigación de Asuntos Públicos revela que una mayoría, el 77%, opina que Biden, rumbo a sus 80 años, quizás no esté en su plenitud para manejar las riendas del país cuatro años más. Esta opinión la comparte no solo el 89% de los republicanos, sino un sorprendente 69% de los demócratas. Cabe destacar que personas de todas las edades comparten esta visión, y no es una opinión exclusiva de los jóvenes.
En cuanto a Trump, la mitad de los adultos estadounidenses sienten que también podría estar pasando su mejor momento para el cargo, pero aquí la división partidista se manifiesta. Los demócratas tienden a enfocarse más en su edad que los republicanos, quienes, en cambio, examinan su integridad.
El estudio también destapa un deseo latente: los estadounidenses anhelan que políticos de una nueva generación tomen el centro del escenario. Existe un fuerte apoyo, por parte de demócratas, republicanos e independientes, a la idea de implementar límites de edad para puestos clave: presidencia, Congreso y la Corte Suprema. Aproximadamente dos tercios de los encuestados respaldan esta medida.
El 67% está a favor de establecer una edad de retiro para los jueces de la Corte Suprema, el 68% para miembros del Congreso, y un 66% cree que debería existir un límite para los aspirantes presidenciales. Sin embargo, con muchos políticos veteranos en el poder y con la necesidad de modificar la Constitución para implementar tales cambios, esta renovación podría no ser inminente.
Lo que es evidente es que un gran número de estadounidenses, independientemente de su inclinación política, anhela ver caras nuevas y frescas en la política, que puedan revigorizar y captar la atención del público.